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Concebir la inversión extranjera como una fuente de desarrollo económico para el país a corto, mediano y largo plazos. Su atracción debe plantearse como objetivos el acceso a tecnologías de avanzada, la captación de métodos gerenciales, la diversificación y ampliación de los mercados de exportación, la sustitución de importaciones, el acceso a financiamiento externo, la creación de nuevas fuentes de empleo y la captación de mayores ingresos a partir de los encadenamientos productivos con la economía nacional.
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Captar nuevos métodos gerenciales que contribuyan al posicionamiento en el mercado, al incremento de la productividad y la rentabilidad, a la eficiencia de procesos inversionistas complejos y a su asimilación por el resto de la economía.
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Priorizar, de manera inmediata, la inversión extranjera dirigida a la sustitución de importaciones de alimentos.
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Incentivar el desarrollo de proyectos integrales que generen encadenamientos productivos para la búsqueda de eficiencia colectiva. Estos proyectos podrán ser ejecutados con un mismo inversionista o con varios que posean ese interés común.
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En correspondencia con la dinámica demográfica del país, la inversión extranjera debe permitir el acceso a tecnologías de avanzada que eleven la productividad y permitan hacer un uso eficiente de la fuerza de trabajo.
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Contribuir al cambio de la matriz energética del país mediante el aprovechamiento de fuentes renovables de energía, con la utilización de las energías solar y eólica y de los residuos agroindustriales, tales como: la biomasa cañera, forestal y el marabú, y la generación de energía hidráulica y de biogás.
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Considerar la participación de capital extranjero en la complementación de proyectos nacionales de desarrollo científico y tecnológico, preservando la propiedad intelectual sobre los resultados que se obtengan, especialmente marcas y patentes creadas por la parte cubana.
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Considerar la inversión extranjera en determinados sectores y actividades económicas como un elemento activo y fundamental para el crecimiento.
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Considerar sectores priorizados la producción agrícola y la industria alimentaria; el turismo –incluido el de salud–; el desarrollo de fuentes de energía, especialmente las renovables; la exploración y explotación de hidrocarburos y recursos mineros; y la construcción o mejoramiento de infraestructuras industriales.
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Orientar la mayor parte de la inversión extranjera hacia sectores de exportación. Adicionalmente, dirigirla a eliminar los “cuellos de botella” en la cadena productiva, favoreciendo la modernización, infraestructura y el cambio del patrón tecnológico en la economía, así como garantizar la satisfacción eficiente de las necesidades del país con el objetivo de sustituir importaciones.
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Promover la inversión extranjera sobre la base de una amplia y diversa Cartera de Proyectos. Enfocar la promoción por etapas y sectores o actividades potenciales, y favorecer la diversificación en la participación de empresarios de diferentes países. Priorizar la promoción de forma masiva para las zonas especiales de desarrollo, iniciando los trabajos por la ZED Mariel.
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Considerar actividades priorizadas las que impliquen transferencia de tecnología, encadenamientos productivos, se realicen en zonas de menor desarrollo económico o contribuyan a elevar la eficiencia de la cadena productiva.
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En la extracción de recursos naturales, la prestación de servicios públicos, la participación cubana será siempre mayoritaria.
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Introducir entre los requisitos para la aprobación de los negocios con inversión extranjera, criterios que proyecten en el tiempo el efecto en la balanza de pagos, considerando este elemento entre los indicadores decisivos para su aprobación.
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En los negocios con inversión extranjera no habrá libre contratación de la fuerza de trabajo, salvo las excepciones previstas en la Ley. Se mantendrá la figura de la entidad empleadora como organización empresarial y tendrán como objetivo suministrar y controlar la fuerza de trabajo.
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El salario se condicionará al trabajo aportado, a la eficiencia y al valor agregado que la empresa genere. El pago del servicio de fuerza de trabajo se negocia entre la entidad empleadora y la empresa con capital extranjero, a partir de lo establecido por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
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Eliminar las concepciones de las escalas salariales y establecer un salario mínimo. Los trabajadores contratados percibirán un salario superior al mínimo que se establezca.